martes, 8 de noviembre de 2011

6 de noviembre, ''día del periodista deportivo''


''Tengo mejores planes para un domingo a la mañana: dormir, por ejemplo'', dijo alguien, evidenciando su descontento con el cierre de actualidad. A mí, realmente, me gustaba la idea. De hecho fui uno de los primeros en llegar. 10.40 estaba en la entrada de DeporTea, con mi diario (monopólico) bajo el brazo. Este día DeporTea nos abría sus puertas y hacía las veces de redacción del nuestro: La Final.

Desde el momento en el que fui designado coordinador-editor del cierre en mi cabeza no cabía otro pensamiento que el de tomarmelo en serio. Me apasionaba la idea de ponerme en la piel de un periodista deportivo un domingo, con todo lo que representa ese día para los practicantes de esta profesión. Los problemas de la jornada llegaron temprano: por motivos que desconocíamos, nos desayunamos la noticia de que ya no existía la página de La Final y había que hacer un blog en tiempo récord, tarea de la que se encargó (y muy bien) Facundo Kisch.

Esto de editar no es tarea para nada sencilla. Ir de un lado al otro, corregir, revisar, guardar, pendrive, carpeta que no abre, computadora lenta... En fin, tan complicada como satisfactoria (para los que amamos esto). El que sueña con estar en una redacción un domingo, cuando se cocina el estofado, me entenderá.

Pero este domingo no era un domingo más. Se jugaba el clásico y yo tenía que sufrirlo por TV, aunque también podría haberme hecho una escapada hacia la cubetera pingüinera. Yo preferí creerme profesional. Pero duró menos que el 0 - 0, porque Goltz la metió en el arco de Marchesín a los 6 minutos y mi cara (y mis puteadas) ya eran similares a las del Tano Pasman. Germán Vitello, Alexis Sterin y Lionel Vecchio borrachos sumado a la caída parcial ante el clásico rival, que además nos estaba pegando flor de baile, no eran buena combinación. Por suerte Valeri se acordó cómo era eso de darle un pase a un compañero, Regueiro siguió reafirmando por qué es el mejor de Lanús en el semestre, Pavone definió perfecto y el Cali Izquierdoz puso la cabeza y la metió bien lejos de Lucchetti. 2 - 1 el clásico, festejo corto, abrazo con Facu y de nuevo a laburar.

Los mates fríos de Manu y los chistes de Nacho (¡qué dupla!) hacían que el domingo fuera tan entretenido como profesional, porque aun así no descuidábamos nuestra labor periodistica. Tomarnos en serio el trabajo no significaba que no pudieramos divertirnos un poco: chocotorta, mate que terminó en el suelo, carreras sobre sillas con rueditas, almuerzo en Mc Donalds (¡cuántas confesiones!).

Salvo alguna excepción, todos se comprometieron con la causa y cumplieron como campeones. Desde Marina Paz, que escribió sus dos notas en 15 minutos y huyó alocadamente, pasando por la incansable tarea de Facu Kisch subiendo todo al blog, el aporte fundamental de todos aquellos que se pusieron el overol (no doy nombres porque no quiero olvidarme de nadie) hasta David Ocampo, que se pasó todo el día en DeporTea.

Necesitábamos de la ayuda de todos. Porque cuando menos te lo esperás, un jugador sufre una fractura de tibia y peroné, o un importante equipo de Primera División se queda sin técnico, por lo que rápidamente hay que hacer y subir una nota, aunque sea de diez líneas. Nada puede quedar afuera. Y cuando, a las 22.15, estás cerrando todo, Alejandro Sabella cita a cuatro players del fútbol local y de nuevo hay que hacer una nota. Y ni hablar si las calculadoras no logran determinar si Boca, con el empate ante Vélez, se clasificó o no a la Copa Libertadores.

Grandes frases dejó este cierre de actualidad. ''¿Estás muy preocupada por la lapicera, no?, le preguntó irónicamente Ariel Scher a Julieta Grassi cuando intentábamos definir la tapa y ella parecía estar en otra cosa. ''Y, editala, nena...'', lanzó Manuela Canova luego de que la adorable Camila Nogues le ofreciera su ayuda para hacer una nota de la liga sudamericana de basquet. ''Para todo lo que te pregunto me respondés que hay dos personas'', me dijo Andrés Mazzeo, con quien al final de la jornada (previo a las pizzas y la juntada en casa de Juani Vera) nos sacamos una cotizada foto en la vereda de DeporTea.

Por siempre quedará en mi recuerdo este domingo 6 de noviembre de 2011. Porque, si bien el año anterior también lo disfruté mucho, éste tiene el sabor especial de haberme sentido un periodista. El trabajo fue impecable. Resolvimos en tiempo real la adversidad de no tener dónde subir nuestras notas. Y sin la enorme ayuda de mis compañeros y los colegas (?) de la comisión C, todo hubiera costado mucho más. Por eso, para mí, el 6 de noviembre es el ''día del periodista deportivo''.

Aquí, el blog: http://diariolafinal.blogspot.com/

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